A cinco días de iniciar operaciones, el nuevo Aeropuerto Internacional Jorge Chávez continúa generando quejas por parte de los pasajeros debido a problemas logísticos, falta de información y cancelaciones de vuelos. Aunque el Ministerio de Transportes insiste en que el aeropuerto “está en muy buenas condiciones”, los usuarios reportan largas demoras en el desembarque, procesos confusos de embarque y una deficiente señalización en las nuevas instalaciones.
El caso más alarmante se registró el 4 de junio, cuando pasajeros de un vuelo procedente de Iquitos quedaron retenidos en el avión por más de una hora tras aterrizar, ante la falta de buses para su traslado. Además, este 5 de junio se cancelaron vuelos a Cusco, Juliaca y Pucallpa, lo que intensificó la frustración entre los viajeros.
Si bien algunos usuarios valoran la modernidad y amplitud del nuevo terminal, la falta de accesos peatonales seguros y las deficiencias operativas han puesto a prueba la paciencia del público. La presidenta de Ositrán, Verónica Zambrano, informó que los accesos definitivos recién estarán listos en 2029, y advirtió que podrían aplicarse sanciones al concesionario LAP por las recientes fallas.