El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, planea resucitar una política de su primer mandato que impuso restricciones migratorias a viajeros, firmando una proclama que limita el ingreso desde Burundi, Cuba, Laos, Sierra Leona, Togo, Turkmenistán y Venezuela. Esta nueva versión de la política también bloquea completamente la entrada desde países como Afganistán, Birmania, Chad, República del Congo, Guinea Ecuatorial, Eritrea, Haití, Irán, Libia, Somalia, Sudán y Yemen.
La medida, que entrará en vigor a las 00:01 horas del próximo lunes, fue justificada por Trump como una acción para “proteger la seguridad nacional y el interés del pueblo estadounidense”, según detalla la proclama oficial. La lista se basa en una orden ejecutiva del 20 de enero, que encargó a varias agencias evaluar si ciudadanos de ciertos países representan un riesgo potencial para la seguridad del país.
Desde su primer mandato, Trump ha defendido políticas migratorias más estrictas, que han sido objeto de críticas tanto internas como internacionales. La nueva proclama podría agravar tensiones diplomáticas, especialmente con naciones latinoamericanas como Cuba y Venezuela, que ya han denunciado públicamente este tipo de sanciones como “discriminatorias” y “de carácter político”.
En el caso de Cuba, la medida no solo restringe el ingreso de sus ciudadanos, sino que también afecta indirectamente al turismo. Más de 40 nacionalidades han perdido acceso al sistema ESTA por haber viajado anteriormente a la isla, lo que fue calificado por el primer ministro cubano, Manuel Marrero Cruz, como una “coerción extraterritorial” que impacta negativamente al sector turístico cubano y limita las libertades de los viajeros internacionales.