El inicio de la marcha blanca del nuevo Aeropuerto Internacional Jorge Chávez se vio empañado por problemas de señalización y organización, generando malestar entre pasajeros y familiares. Usuarios reportaron dificultades para acceder al terminal debido a la falta de indicaciones claras en la avenida Morales Duárez, única vía de ingreso habilitada. “El taxi tomó el carril equivocado porque no había señales ni personal que oriente”, declaró una adulta mayor que esperaba a su nieta llegada de Italia.
La confusión se extendió a áreas críticas como Migraciones, donde solo tres módulos operativos causaron largas esperas. “Mi familiar aterrizó hace una hora y aún no puede salir”, denunció una madre. Periodistas también enfrentaron obstáculos al cubrir el evento, destacando la división poco clara entre los carriles de “larga espera” (más de 24 horas) y “corta espera” (10 minutos máximos), lo que provocó vueltas innecesarias.
Pese a las críticas, algunos pasajeros elogiaron las modernas instalaciones. “Parece un aeropuerto europeo”, comentó un turista argentino. Lima Airport Partners (LAP) reconoció los inconvenientes y aseguró que trabaja en ajustes para mejorar la experiencia antes de la inauguración oficial el 1 de junio, cuando el terminal operará al 100% de su capacidad (30 millones de pasajeros anuales).
Autoridades del MTC destacaron que esta fase de prueba es clave para optimizar procesos. Mientras tanto, para este viernes 16 de mayo están programados vuelos a Madrid, Ciudad de México y otros destinos internacionales, en un esfuerzo por consolidar al Jorge Chávez como hub regional. Las mejoras en señalización y flujos vehiculares serán prioritarias en los próximos días.
