El gobierno de Javier Milei anunció este viernes el levantamiento de casi todas las restricciones cambiarias, incluyendo la eliminación del límite de US$ 200 para la compra de dólares al tipo de cambio oficial. Sin embargo, la medida mantiene un recargo del 30% en gastos turísticos y compras internacionales con tarjeta, una decisión que genera críticas por su impacto en los viajeros.
Analistas señalan que el impuesto, implementado inicialmente para frenar la fuga de divisas, ahora tendría un foco recaudatorio, dado el déficit en la cuenta corriente del Banco Central. “No tiene sentido económico: si la gente puede comprar dólares libremente, pagar con tarjeta con recargo es ilógico”, explicó un economista consultado.
El nuevo esquema cambiario establece un sistema de bandas móviles (entre 1.000 1.400 por dólar), con ajustes mensuales del 1%, buscando unificar los mercados paralelos. Se espera que el dólar oficial converja hacia el valor financiero, aunque el mantenimiento del gravamen turístico podría distorsionar el consumo en el exterior.
El cepo, vigente desde 2019 bajo el gobierno de Alberto Fernández, marcó años de restricciones para los argentinos. Su eliminación es celebrada, pero el impuesto al turismo sigue generando dudas: “Es un parche que perjudica al sector y a los viajeros”, advirtió un operador turístico.