El gobierno de Donald Trump planea imponer tasas federales a navieras internacionales que operan en aguas estadounidenses, provocando un desplome en Wall Street de gigantes como Royal Caribbean (-10%), Carnival (-6%), Norwegian (-6%), Lindblad (-4%) y Viking (-4%). La medida, revelada por el secretario de Comercio, Howard W. Lutnick, en una entrevista con Fox News, busca obligar a estas compañías —que navegan bajo banderas de conveniencia como Panamá o Liberia— a contribuir al fisco. “Ninguno paga impuestos aquí. Esto cambiará con Trump, y las tasas para los estadounidenses bajarán”, afirmó Lutnick, vinculando la iniciativa a un plan más amplio para abolir el IRS y equilibrar el presupuesto nacional.
La crítica de Lutnick apunta a una práctica histórica del sector: registrar buques en países con regulaciones fiscales laxas. “¿Alguna vez viste un crucero con bandera de EE.UU.? Siempre son de Liberia o Panamá”, cuestionó. El anuncio llega en un momento clave para Carnival, que en octubre de 2024 reveló nuevos itinerarios desde Miami para 2026/27, incluyendo su isla privada Celebration Key en Bahamas. Los barcos Carnival Magic y Carnival Sunrise prometían viajes al Caribe oriental, occidental y sur, con escalas en Nasáu, Gran Turca y Ocho Ríos. Ahora, estos planes podrían enfrentar costos adicionales si se confirman los impuestos.
Mientras el mercado reacciona con nerviosismo, la administración Trump insiste en que la medida aliviará la carga fiscal de los ciudadanos. Sin embargo, analistas advierten que las navieras podrían trasladar los costos a los pasajeros o ajustar rutas, impactando un sector que mueve millones en turismo. Con el Caribe como eje de la industria, la propuesta no solo sacude las bolsas, sino que redefine las reglas de un negocio acostumbrado a navegar en aguas fiscales calmadas.
