En una noche trágica para la aviación, tres aviones comerciales sufrieron accidentes en distintas partes del mundo, dejando un saldo de casi 200 muertos en Corea del Sur y situaciones de emergencia en Canadá y Noruega. Los incidentes han puesto en alerta a las autoridades aeronáuticas, que ya investigan las causas detrás de esta serie de desastres.
El accidente más grave ocurrió en Corea del Sur, donde un Boeing 737-800 de Jeju Air, proveniente de Bangkok, se estrelló al aterrizar en el aeropuerto de Muan. La aeronave transportaba 181 personas, de las cuales 176 perdieron la vida. Se sospecha que la causa fue la colisión con un ave, aunque el avión aterrizó sin el tren desplegado y terminó fuera de la pista en llamas.
En Canadá, un vuelo de Air Canada realizó un aterrizaje forzoso en Halifax, donde el ala izquierda se incendió tras un fuerte impacto en la pista. Aunque no hubo víctimas fatales, los pasajeros fueron evacuados entre el humo y las llamas, generando momentos de pánico. Por otro lado, en Noruega, un avión de KLM aterrizó de emergencia debido a fallas hidráulicas y se salió de la pista sin dejar heridos.
Estos tres incidentes han reavivado las preocupaciones sobre la seguridad aérea, mientras expertos analizan las condiciones operativas y mecánicas de las aeronaves involucradas. Las investigaciones continúan, mientras las aerolíneas refuerzan sus protocolos para garantizar vuelos más seguros.