En un giro estratégico histórico, Airbnb anunció este 16 de mayo una transformación radical de su plataforma, pasando de ser un servicio de alojamiento a convertirse en un ecosistema integral de viajes. La actualización introduce tres nuevas secciones: Experiencias (actividades con locales), Servicios (despeinado de mascotas a reservas en restaurantes) y un rediseño de la app que unifica todas las opciones.
El CEO Brian Chesky destacó que este cambio responde a la evolución de las demandas de los más de 200 millones de usuarios verificados: “Ahora Airbnb es mucho más que un alojamiento; es una puerta a vivir como local”. Entre las novedades destacan:
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Una pestaña “Explora” con recomendaciones personalizadas
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Itinerarios automatizados en la sección “Viajes”
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Mensajería integrada con pagos y multimedia
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Herramientas mejoradas para anfitriones, como sincronización con Google Calendar
Este reposicionamiento llega en un momento clave: la compañía proyecta menores ingresos para el segundo trimestre, atribuidos al impacto de las políticas de Donald Trump en la demanda estadounidense. La apuesta por experiencias y servicios busca diversificar sus fuentes de ingresos y amortiguar la dependencia del alquiler de viviendas, criticado por su efecto en los mercados inmobiliarios locales.
Para destinos como Buenos Aires —donde el turismo de experiencias crece un 20% anual—, la medida podría potenciar a emprendedores locales. Sin embargo, persisten desafíos regulatorios sobre el impacto de estas plataformas en la economía tradicional. Airbnb parece decidido a liderar la próxima evolución del turismo colaborativo.