Un grupo de al menos 70 manifestantes que acataban el paro macroregional en Cusco agredió un bus turístico que trasladaba visitantes desde la Plaza Mayor hacia el aeropuerto Alejandro Velasco Astete. El incidente ocurrió en la av. El Sol, cerca de La Paccha, donde los protestantes bloquearon el paso del vehículo, patearon su parte delantera y amenazaron a los policías que intentaron mediar, pese a existir un acuerdo previo para permitir el libre tránsito de transporte turístico.
Ante la imposibilidad de avanzar, el bus —junto a un camión de equipaje— tuvo que retroceder hacia la Plaza Mayor bajo escolta policial, mientras era insultado por los manifestantes, quienes no identificaron a qué organización pertenecían. Los turistas, cuyo destino era el aeropuerto, quedaron varados en medio de la tensión. La Policía Nacional había establecido un corredor turístico para garantizar la movilidad de visitantes, pero los piquetes lo ignoraron.
Este acto de violencia ocurre en el marco del paro convocado por organizaciones sociales, que ya había motivado la suspensión parcial de trenes a Machu Picchu por parte de PeruRail. Gremios empresariales y autoridades locales habían advertido sobre el grave impacto económico de estas protestas en el turismo, sector que aporta el 40% de la economía cusqueña.
El Ministerio de Cultura y el Mincetur condenaron los hechos y coordinaron con la Policía para reforzar la seguridad en los corredores turísticos. Mientras tanto, las aerolíneas evalúan reprogramar vuelos para afectados. El incidente no solo pone en riesgo la imagen de Cusco como destino seguro, sino que también refleja la polarización en torno a las protestas, rechazadas incluso por sectores locales que exigen diálogo.
Las autoridades llamaron a los manifestantes a respetar los derechos de los turistas y garantizar la libre circulación, mientras se investiga a los responsables de las agresiones. El aeropuerto sigue operando, pero con recomendaciones de llegar con mayor anticipación ante posibles nuevos bloqueos.