Un corte masivo de energía eléctrica paralizó a Chile este martes 25 de febrero de 2025, dejando sin suministro a más de un millón de clientes desde Arica y Parinacota hasta la región de Los Lagos, incluyendo Chiloé. Según Senapred, el colapso se registró a las 15:15 horas, afectando al Sistema Eléctrico Nacional en su totalidad. La Subsecretaría del Interior activó de inmediato el Comité Operativo de Emergencia (COGRID) para evaluar la crisis, mientras usuarios reportaban fallas en telefonía móvil y servicios críticos. “Estamos priorizando la restauración escalonada”, aseguraron autoridades.
Falla en transmisión del Norte Chico: La chispa del caos
El Coordinador Eléctrico Nacional identificó como origen del megacorte una desconexión abrupta en la red de transmisión de 500 kV en el Norte Chico, columna vertebral del suministro energético del país. Aunque se activó el Plan de Recuperación de Servicio para restablecer la energía “en el menor tiempo posible”, la magnitud del fallo retrasa las soluciones inmediatas. “Las causas se investigarán bajo protocolos establecidos”, explicó la entidad, sin descartar fallas técnicas o humanas. Mientras, redes sociales ardían con testimonios de caos en hospitales, semáforos inoperantes y cortes en el Metro de Santiago.
Chile en modo emergencia: ¿Un sistema al límite?
Con 140.801 visitas en menos de una hora, la noticia dominó portales digitales, reflejando la angustia de un país acostumbrado a crisis energéticas menores, pero no a un apagón transversal. Este evento, el más extenso geográficamente desde el gran corte de 2019, reavivó debates sobre la vulnerabilidad de la infraestructura eléctrica nacional. El gobierno llamó a la calma y coordinó con Fuerzas Armadas para resguardar orden público, mientras expertos exigen auditorías independientes. En las calles, el silencio de los generadores y el brillo de linternas en celulares pintaron un Chile inusual: un país entero esperando, a oscuras, una solución.
